domingo, 18 de noviembre de 2018

Gárgolas, la guardia secreta de la Catedral. (La Valencia Oculta #4)

Gárgolas de la Catedral de Valencia.
Fotografía de Pablo Clarí.

CIUTAT VELLA
La Seu

Callejeros debido a las lluvias que estos días están asolando Valencia, hemos levantado nuestros ojos a los cielos, en esta época que por las prisas de nuestra vida, no tenemos tiempo para mirar más allá de la pantalla de nuestros móviles, y hemos encontrado con la intimidadora mirada de piedra de unos seres que nos han estado  vigilando desde las cornisas de la ciudad. Se trata de unos seres fuertes y misteriosos cuya existencia es todo un misterio desde la época medieval, y durante cientos de años han vivido en las alturas de los edificios más singulares. Ellos son las Gárgolas, extrañas criaturas petras, que causan temor y fascinación al mismo tiempo.

Pero… ¿Qué es una gárgola exactamente? Normalmente cualquier criatura extraña que vemos en un edificio acabamos denominándola gárgola. Pero no todas esas criaturas son gárgolas, ni todas las gárgolas tienen forma de monstruitos.

En el mundo de la arquitectura una gárgola es un elemento que sobresale de la fachada, cuya función es de hacer de tubería de desagüe de aguas pluviales. Su origen etimológico procede del francés gargoullie que vendría a significar “hacer gárgaras” o el gorgoreo que produce un líquido al pasar por una tubería.

Pero las gárgolas aparecieron en la Edad Media en las grandes edificaciones tanto civiles como religiosas, pero sobretodo en estas últimas estas gárgolas que había sido reconvertidas en seres mitológicos, personajes extraños y hasta demoníacos con fines estéticos derivados del programa iconográfico del resto de figuras y personajes de las fachadas de las iglesias y catedrales, derivaron a otra interpretación, esta vez más extraña, más confusa y oscura.

Tal vez a los canteros medievales tomaron la licencia artística y estética de dotar de vida a estos desagües pluviales y sabiendo que la Iglesia no le gustaría contemplar en sus fachadas esas imágenes, les convencieron con la historia de que ahuyentaban al diablo y a los malos espíritus, siendo los fieles guardias de los templos y protectores de la fe. Otros decían que representan demonios y brujas huyendo de la Iglesia, peor lo que si es cierto, que esas imágenes han hecho despertar la imaginación de cuantos las han contemplado allí arriba encaramadas en lo alto de los muros medievales.