jueves, 29 de abril de 2021

BELTANE: de la fiesta de la fertilidad a las Cruces de Mayo (La Valencia pagana #6)

El reencuentro de los dioses 
PLA REAL
Exposición

Hoy 31 de abril al atardecer comenzará el momento de Beltane. Callejero tal vez no sepas que significa este vocablo que en la lengua de los antiguos celtiberos se traduciría como “Buenfuego”. Este es el nombre que se le daban los paganos, hombres de campo, a la fiesta más importante de su calendario.

En su origen se celebraba en la primera luna llena del mes de Giamunios que significaba “comienzo del verano” y luego con la llegada del pueblo romano se conocería como mayo. Debido a las diferentes modificaciones y ajustes del calendario se estableció una fecha fija siendo desde el anochecer del 30 de abril cuando comenzaría la fiesta y acabaría con la puesta de sol del día 2 de mayo. Siendo el día 1 la cumbre de la fiesta de Beltane, ubicado entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano.

Sabiendo el día el origen de su nombre, es momento de conocer que se festejaba y porque era tan importante para nuestros antepasados paganos y para los primeros cristianos que habitaron nuestras tierras.

El motivo principal de esta festividad era celebrar la llegada del verano, comenzaba la mitad clara del año – pues lo celtas solo tenían dos estaciones: la época clara y la época oscura – Esta fiesta abría el ciclo de la mitad clara del año. Para los paganos Beltane marcaba el comienzo de la época de pastoreo, era el momento en que el ganado era conducido a los verdes prados para que se alimentaran de hierba fresca, pero antes se hacía un ritual con fuego para purificarlos. 

Las ovejas tenían ya ganas de salir de los rediles. 

La noche del 30 de abril era cuando se iniciaba la fiesta de Beltane, comenzado el verano agrícola, los días lúgubres han quedado atrás, la luz renace potenciada por el fuego de las hogueras. Se apagaban todos los fuegos del pueblo, en las cocinas, chimeneas, cirios… Encendiéndose en el pueblo – o en el barrio – una gran hoguera formada por nueve maderas sagradas de nueve árboles diferentes portada por nueve personas. Se honraba de esta manera al Señor del Verano y se asociaba con los poderes sanadores del Sol. Las gentes encendían velas o antorchas con ese fuego ritual y lo llevaban a sus hogares para prender luces con ese fuego sagrado. Cuando la hoguera era apagada se recogían las cenizas y se esparcían por los campos con la creencia de que la cosecha iba a ser fértil y tendrían abundantes frutos, pues las cenizas tenían poderes protectores y regeneradores para los campos.

Mientras las llamas habían estado encendidas los hombres y los animales se reunían y caminaban alrededor de las hogueras, o incluso saltaban las llamas en busca de la protección del fuego para ellos y sus  animales.

Caballo entre las llamas de una hoguera. 

Otra de las costumbres era subir a algún sitio alto y observar el amanecer y bañarse con sus primeros rayos de sol. Ese día despertaba la tierra, los caminos estaban ya despejados de fangos, de lluvias, brumas y nieblas. El sol invitaba a poder viajar con tranquilidad por el campo. Las flores de color amarillo que brotaban en esos días, se utilizaban como elementos decorativos. Puertas, ventanas, establos e incluso el ganado eran engalanados con flores amarillas de mayo, color que evocaba el fuego.
 

Ventana con unas humildes flores amarillas. 

Esta fiesta no solo celebraba el calor y las actividades al aire libre, sino que se le rendía culto al dios Belenos, cuyo nombre significa brillante o resplandeciente. Era la deidad del fuego, la fertilidad y la sexualidad. El joven dios ha despertado su virilidad y está ansioso por poseer a la Diosa Madre. 

Representación del dios del Sol, Belenos. 

Este dios era una deidad solar y traía con él la vitalidad, la fuerza, la juventud a todo el mundo, y en su mano estaba curar cualquier enfermedad, tenía el poder de la purificación y la vida. Siendo una deidad de la salud, la medicina y la curación. Por eso se le relacionaba con las termas, las fuentes de aguas medicinales o con propiedades mágicas. 

Este dios no solo traía el bienestar a la gente, la fertilidad a los cultivos y al ganado. Sino que tenía una faceta más importante y era la del amor, en concreto la de la sexualidad. Los jóvenes eran los protagonistas de esta fiesta, siendo el día 1 cuando comenzaban unos días dónde tenían total libertad para mantener relaciones entre los bosques, en los campos, al aire libre... Para el pueblo pagano la virginidad no tenía la importancia que le dio luego la Iglesia Cristiana y que estos actos íntimos entre los jóvenes del pueblo eran algo positivo y fomentaban la prosperidad del municipio, pues los niños concebidos esa noche de Beltane estarían dotados de una gran suerte toda la vida y aquellos que al contrario nacían entre el 30 y el 2 de mayo estarían dotados de una gran salud, pues había venido al mundo bajo la luz de Belenos.

Amantes entregándose en libertad en la Naturaleza.

Dado a ese culto a la fertilidad y a la sexualidad, el día de Beltane y el resto de días de mayo, era un momento perfecto para el matrimonio, llamado por los celtiberos, Unión de manos. Ya que las ceremonias nupciales se hacían atando las manos de los contrayentes con un cordón o una cinta. Era una ceremonia muy hermosa que se hacía, como no, en contacto con la naturaleza debajo de algún árbol sagrado o junto alguna fuente. Estos matrimonios tenían una particularidad bastante curiosa y es que solo duraban un año y un día. Esto era debido a la creencia de que los celtas pensaban que no se amaba con el corazón, sino con el alma. Por lo tanto, el amor no duraba hasta que el corazón del otro dejara de latir, duraba para la eternidad porque el alma nunca muere.

Representación de una unión de manos. 

Por eso los matrimonios no se podían hacer a la ligera, los novios contraían matrimonio y su después de ese tiempo habían surgido problemas podían separarse y cada cual regresaba a su hogar paterno, pero si al contrario la pareja seguía enamorada, se celebraban de nuevo la boda, leyendo unos votos y esta vez el matrimonio duraba para siempre. Recreaban el matrimonio sagrado, la unión del Dios y la Diosa, la energía masculina del sol que fertiliza la femenina de la tierra. Por eso la celebración de la fertilidad, de la sexualidad sagrada donde la tierra florece.

Una tradición que aún perdura, en el inconsciente, pues son muchas las personas que, a días de hoy, aún escogen el mes de las flores para contraer matrimonio.

Con la llegada del cristianismo la celebración de Beltane se fue perdiendo progresivamente, durante el siglo del Romanticismo y el interés por el folclore popular por las altas clases sociales hizo que resurgieran algunas fiestas o costumbres de Beltane para divertirse. En algunas de España el 1 de mayo se celebraba la Consagración de la Primavera, dónde se escogía a una doncella vestida con ropas blancas y adornadas con flores y motivos vegetales a la cual se le rendían honores de reina.

Reina de Mayo

Otra versión para celebrar la fertilidad y el buen tiempo era el acto de erguir el llamado Palo de Mayo, que consistía en levantar un tronco de madera en cuyo extremo superior colgaban diversas cintas de colores: rojo por la menstruación de la mujer, blanco por la semilla del hombre, rosa por el amor, verde por la salud, amarillo por la abundancia de los campos y azul por la protección. Los jóvenes tomaban los extremos de las cintas y danzaban dando vueltas alrededor del palo y siendo un baile ritual de sexualidad y cortejo, pues el Palo de Mayo no era más que una representación fálica y las cintas representaban la unión sexual con la mujer.


Como es de prever la Iglesia prohibió esta actividad, porque era un acto pagano, herético y lujurioso. Pero a la gente lo seguía celebrando pese a estar prohibido, por lo que la Iglesia no tuvo más remedio que adaptarlo convirtiendo el palo fálico en una cruz que se cubría de flores de muchos colores para rendirle homenaje, en vez de cintas. Surgiendo así lo que en Valencia conocemos como Cruces de Mayo.

 

Cruz de Mayo en una calle de Valencia, curiosamente 
algunas mantienen el color rojo y blanco. 

Volviendo al tema principal, de la fiesta pagana de Beltane, es una celebración alegre, extrovertida, divertida. La energía del sol nos ayuda a estar más activos y el verano llama con fuerza a nuestra vida. Nuestros antepasados celebraban esa explosión de alegría con grandes banquetes y música, pues este día era un momento especial donde fortalecer los lazos con familias y amigos.

Callejero si después de leer esto tienes ganas de celebrar Beltane, te dejo a continuación algunas ideas adaptadas a nuestros tiempos.

 

Recuerda la fiesta comienza al atardecer del día 30 de abril
 y dura hasta la mañana del día 2 de mayo.

 

Inunda tu casa de música alegre que te retrasmita positividad
y ganas de vivir.

Pincha sobre la imagen, te dejo una sugerencia musical 

Baila despreocupadamente, libre, déjate llevar por el ritmo musical.

Limpia la puerta de entrada de tu casa con una mezcla de salvia y
menta en agua caliente, frótala toda la madera con energía con un paño blanco.



Adorna tu casa con flores de color amarillo. Plántalas o cómpralas.
También puedes ir a recogerlas al campo, pero asegúrate que no sean especies protegidas.

Vístete de blanco o de rojo, decora tus
cabellos con una corona de flores.



Invita a tu familia y amigos a un banquete de Beltane,
lleno de velas y cintas de colores.



Cena productos del campo, de la cosecha:
verduras, tartas de frutas y cerveza.


Enciende algunas velas en la ventana, terraza o
 balcón – como hoguera simbólica –
¡ Ten cuidado de no quemar nada!



En la intimidad, crea un ritual del placer y del amor con
la persona que amas. Si tienes la fortuna, tal vez
engendres un hijo en esta noche especial.


Por último, lo más importante: Disfruta de la Vida. 
¡Feliz Beltane!


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