El refrescante puente del Mar. - fotografía de J.Luis Vila.- |
LA Xerrea
Paseando por la
Alameda encontramos un puente llamado, Puente del Mar, una obra de cantería, formado por diez arcos ojivales rebajados de 15.50 metros de luz cada uno. Consta de una longitud de 160 metros y 8.35 metros de ancho.
Este puente es uno de los muchos que conecta la ciudad con la otra orilla del Turia. Fue construido a instancias de
la Junta de Murs i Valls entre 1592 y 1596 con sillares de piedra - ya que el
puente de madera o mampostería fue destruido por una riada del Turia en 1589 - por el cantero Francisco Figuerola, siendo virrey don Francisco de Sandoval y
Rojas – el futuro duque de Lerma -
valido de Felipe III. Recibe el nombre de Puente del Mar, porque era el
camino natural hacía el Grao o Puerto, donde procedían muchas de las mercancías
que llegaban a Valencia por el mar.
Cuando se acabó en
1596 se acuerda la instalación de un casalicio – o templete – en cuyo interior
se coloca una cruz “La Creu del Pont del Mar” y sobre el tejado unas imágenes
de San Vicente Ferrer, San Vicente Mártir y San Juan Bautista. Pero en 1709 un
rayo destrozó parcialmente el casalicio que fue recompuesto pero cambiaron la
cruz por una imagen de la Virgen de los Desamparados obra de Francisco de Vergara
el mayor en 1721.
En 1677 se colocó un
segundo casalicio con una imagen de San Pascual Bailón, frente al de la Virgen. 100 años después una
riada deterioró ambos templetes por lo que la Fabrica Nova del Riu ordeno al escultor Francisco Sanchis, que restaurase
la imagen de San Pascual y construyera otra nueva imagen de la Virgen de los Desamparados.
Las imágenes repusieron en 1782. La antigua Virgen ira a parar al Colegio
Imperial de los Niños huérfanos de San Vicente Ferrer donde la destruirían en
la Guerra Civil en 1936. En el siglo XVIII se
reformó el puente añadiendo los adornos de las bolas en las balaustradas y
algunos bancos en los muros laterales. Aun así tanto por las diferentes riadas
que cruzaron Valencia fueron renovando las esculturas que fueron destruidas definitivamente de la Guerra Civil.
En junio de 1933 se convirtió en un puente peatonal tras la
reforma de Javier Goerlich las grandes escalinatas onduladas que recuerdan las
olas del mar, formadas por 17 escalones cada una y dos pináculos con bancos que
adornan los flancos del puente.
En los años 40 el escultor José Ortells fue nombrado el
encargado de esculpir una imagen de San Pascual Bailón y Vicente Navarro el de
hacer una nueva Virgen de los Desamparados en mármol. Son las imágenes que hoy
en día podemos contemplar.
Recientemente al ajardinar el viejo cauce del rio, se ha
creado una gran estanque circular bajo sus arcos, donde podemos
rememorar como sería la imagen del Puente del Mar en el pasado cuando fluía el Turia.
Detalle del Puente - fotografía de José Luis Vila. - |
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