PLA DEL REAL
Exposición
Exposición
Nuestro
rey mas ilustre nació un 2 de febrero de 1208, en la ciudad de Montpellier, en
la actual Francia. Falleciendo un 26 de julio de 1276.
Fue Rey
de Aragón, Conde de Barcelona y Señor de Montpellier (1312 -1276) y Rey de
Mallorca (1229 -1276) y de Valencia (1238 - 1276).
Hijo
del rey Pedro II el Católico y de Maria de Montpellier, Jaime I el Conquistador
se convirtió en soberano de la Corona de Aragón con tal sólo cinco años, al
morir su padre en la batalla de Muret, frente a los cruzados de Simón de
Montfort en defensa de sus vasallos languedocianos.
Tras
una larga y turbulenta minoría de edad, en que los regentes del joven monarca,
sus tíos el conde Sancho I de Rosellón y el infante Fernando de Aragón,
sucesivamente, tuvieron que sofocar las continuas rebeliones de la nobleza
aragonesa, Jaime I asumió la dirección de sus Estados en 1225 e intentó sin
éxito conquistar Peñiscola.
Dos
años después, la paz de Alcalá rubricó el definitivo triunfo de la monarquía
sobre los nobles de Aragón y proporcionó al rey la estabilidad necesaria para
permitirle iniciar sus campañas militares dirigidas contra los musulmanes del
levante peninsular. Ante el perjuicio que la competencia comercial y la piratería
de los sarracenos de las Baleartes ocasionaban a los mercaderes catalanes,
Jaime I emprendió en 1229 la conquista de Malloraca con la victoriosa batalla
de Portopí.
Tras la toma de Ciudad de Mallorca (diciembre de 1229), se apoderó de la isla
en pocos meses, salvo un pequeño núcleo de resistencia musulmana, que logró
mantenerse en la sierra de Tramontana hasta 1232.
Entretanto,
el monarca estableció un protectorado sobre Menorca, rubricado por el tratado
de Capdepera, por el cual de los sarracenos menorquines aceptaron su soberanía
(1231). Por último, cedió la sumisión de Ibiza a la alta aristocracia catalana,
que la hizo efectiva en 1235.
Dominadas
las Baleares, Jaime I asumió en 1232 la dirección de la conquista de Valencia.
Tanto en Mallorca como en Valencia, Jaime I decidió crear reinos autónomos,
pero integrados en la Corona de Aragón. Los últimos años de vida de Jaime I
fueron amargos, ya que, por una parte, asistió al fracaso de sus dos tentativas
de realizar una cruzada en Tierra Santa (1269 y 1274) y, por otra, tuvo que
hacer frente a la rebelión de su primogénito, el infante Pedro, y a los
desórdenes feudales acaudillados por su hijo bastardo Fernando Sanchís de
Castro.
Hombre
culto e inteligente, Jaime I impulsó la expansión comercial catalana por el
Mediterráneo, protegió a los judíos, organizo el Conselle de Cent o gobierno
municipal de Barcelona, promovió la redacción del Libro del Consulado del Mar,
una compilación de derecho marítimo, y él mismo escribió o dictó una autobiografía
conocida como Llibre dels feyts. A su muerte, acaecida en Valencia el 27 de
julio de 1276, dividió sus reinos entre sus hijos Pedro, al que correspondieron
Aragón, Cataluña y Valencia, y Jaime, quien recibió las Baleares, el Rosellón y
Montpellier.
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