Plano general de la Fuente de Flora. Fotografía: Isabel Balensiya. |
PLA DEL REAL
Exposición
Hoy, 28 de abril, los antiguos romanos conmemoraban el día
de la diosa Flora, por eso es el momento ideal para conocer esta fuente que
podemos encontrar en los jardines del Paseo de la Alameda.
Pero, antes es conveniente conocer a esta deidad. Flora era
la patrona de las flores, de los jardines y de la primavera. Es cierto, que dentro de
la corte divina romana existían diversas diosas referentes a la fertilidad,
pero no tenían la importancia de Flora, pues a ella se le asocia la primavera y
el despertar de la naturaleza. Ella es la fuerza que hace florecer los campos. Las
flores, los cereales, la miel, las semillas eran considerados regalos que la
diosa otorgaba al hombre.
Aunque se trataba de una divinidad antigua de Roma, se
identifica con la ninfa griega Cloris, de quien se cuenta que un día de primavera, estando la ninfa vagando por el campo, esta fue vista por el dios del
viento, Céfiro, quien de inmediato quedó prendado de su belleza. El dios al
enamorarse profundamente de la ninfa decidió raptarla y para legitimar su acto
decidió casarse con ella. Como regalo de bodas y muestra de amor, Céfiro le hizo entrega a Cloris del Reino de las flores de los jardines y los campos de
cultivo, otorgándole también un jardín en el que siempre sería primavera.
Según las crónicas, el culto a Flora fue introducido en Roma
por el rey sabino Tito Tacio, quien mandó construir un templo después de la
consulta de los libros Sibilinos. Este templo se erigió en la colina Quirinal en
Roma. Pero, tras una sequía que había acontecido alrededor del 241 al 238
a.C. el templo de la diosa Flora cambió de lugar y se reformó el culto, Esta
vez el lugar elegido se encontraba cerca del Circo Máximo (Coliseo) en la parte
baja de la ladera del Aventino. Este lugar se consagró un 28 de abril en su
honor y desde entonces los antiguos romanos lo celebraban, porque Flora era
considera como una de las diosas más antiguas del culto romano, y era una de
las quince deidades que tenían su propio sacerdote, Flamen Florialis apoyado por el Estado.
Macabramente en el momento de hacer la fotografía, había una paloma "sacrificada" en el interior de la alberca. |
Su festividad tomó el nombre de Floralias, y consistía en una serie de procesiones y el sacrificio
de animales como ovejas o palomas. Simbolizaba la renovación del ciclo de la
vida, marcada con bailes, bebidas y flores. Esta fiesta podía prolongarse hasta
una semana, durante la que se celebraban los Ludi Florae o juegos de Flora, que llegaron a nuestros días como
los Juegos Florales.
En el caso de nuestra ciudad esos Juegos Florales llegarían en 1879 organizados por Lo Rat Penat y consistían en una lid entre poetas valencianos con el lema de “Patria, Amor y Fe”. Estos juegos concluían con la Feria de Julio en la famosa Batalla de Flores que se hace en la Alameda, muy próxima a la fuente de la diosa Flora.
La fuente, protagonista de hoy, surgió del proyecto de embellecer los jardines de la entonces recién creada Alameda. Para ello se ideó realizar
unos elementos escultóricos, entre ellos la estatua de la diosa Flora que fue un
encargo del alcalde valenciano Francisco Brotóns al escultor valenciano
José Piquer. Fue esculpida en mármol blanco de carrara en el taller romano de
Piquer.
La Diosa Flora de Alameda Fotografia: Isabel Balensiya. |
La diosa va vestida con una túnica realizada en la técnica escultórica, paños mojados, que consiste en representar las transparencias del cuerpo humano
producida cuando el peplo – túnica sin mangas – está mojado. Flora está recostada
sobre un pilar, tiene la pierna izquierda ligeramente flexionada generando la
famosa curva praxiteliana, que consiste en la inclinación de la cadera llegando a
ser algo pronunciada y en forma de S, creando un elegante contrapposto para
evitar el hieratismo. Los pies los lleva calzados con unas sandalias y va peinada
con una corona de trenzas y bucles alrededor de la frente. En cuanto a los
brazos, uno lo tiene extendido a la altura de la cadera, mientras, el derecho lo
alza sobre la cintura mostrando una flor.
Está ubicada sobre un pedestal de estilo clasicista, también
de mármol. Se hace destacar con un cestillo de ladrillos rustico y cemento
blanco, que se encuentra en el centro de la alberca circular rodeada por
surtidores. En su origen albergaba plantas acuáticas, entre ellas nenúfares y
calas.
La Fuente dotada de vegetación en 1900. |
Todo está rodeado por una barandilla de hierro de formas
ondulantes, que se sujeta en bloques de piedra tallados. Finalmente la base es
de ladrillo rojo.
Como curiosidad histórica, está recogido en el libro Historia de los jardines valencianos de
Aurora Rodríguez, que durante la riada de 1957, la diosa Flora perdió una mano y
permaneció sin ella, hasta que un soldado, que el Ejército envió a limpiar el
barro de la Alameda, tal vez estudiante de Bellas Artes o quizás modelista, con
suma gracia y delicadeza modelo una mano que cuidadosamente le colocó, hasta que
se restaurase definitivamente.
Ubicación en el mapa. |
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