Abrevadero de las Palomas en mayo de 2017. Fotografía: I. Balensiya |
La Seu
Callejero hace unos meses atrás que comenzó la reforma de la Plaza de la Reina. Una reforma con la que han prometido nuevos cambios y mejoras en plaza. De momento lo único bueno que he visto, es el reencuentro con los viejos railes del tranvía y el hallazgo de los cimientos de unos edificios visigodos y un esqueleto de un antepasado nuestro. Lo malo es la pérdida de un árbol monumental y de una pequeña fuente, que pese de monumental, ni de ornamental no tenía nada. Servía como toma de agua para las casetas del mercado de l´escuraeta y lo más importante, como abrevadero de las palomas que han sobrevuelan la plaza de la Reina.
Ahora esa pequeña fuente se ha perdido para siempre. Por eso no está de más dedicarle un pequeño articulo para que quede en registrada en la historia de nuestra ciudad.
Captura desde Maps Street. |
La fuente la componía dos pequeñas albercas rectangulares, construidas en ladrillo de caravista. Su interior estaba lucido de cemento impermeable y decorada con un arbusto. El agua salía desde una pequeña columna de ladrillo y caía a una basa a sus pies, la cual rebasaba el agua a otra basa más grande. Las dos albercas eran de poca profundidad, un lugar ideal para que los pájaros pudieran bañarse o beber.
Mi madre y yo en la fuente en mayo de 1997. |
Detalle del sutil cambio del caño Fotografía: I. Balensiya. |
Ubicación en el plano a los pies del Miguelete. Google Maps |
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