Esencia de murciélago, algo de lo que Valencia está llena. |
EXTRAMURS
El Botànic
Callejero estás tan acostumbrado a verlos por todos los lugares de la ciudad, que inconscientemente
los obvias, pero si eres un callejero que hace poco ha llegado a Valencia, tal
vez te llame la atención el ver murciélagos por todos lados. Porque Valencia es
como una especie de Gotham a la mediterránea dónde aparece el icono de
Batman en cualquier sitio.
El murciélago,
icono representativo de los vampiros, del famoso Conde Drácula, y como no, de
la festividad de Halloween, es el emblema heráldico de la ciudad de Valencia, al contrario que otras tienen leones para representar el valor, o dragones para
la fiereza.
Existen
dos historias para contar el origen de este símbolo, la real y la leyenda.
Curiosamente se da como oficial en nuestra tierra la versión mítica.
Se
cuenta que cuando la ciudad de Valencia era conocida como Balansiya y los
callejeros eran musulmanes, estos sabían entrenar y domesticar a estos seres de
la noche para que cazaran mosquitos, pues la ciudad contaba con infinitud de
fuentes, albercas, acequias y el valladar de la muralla por donde se retenía
agua estancada, un lugar perfecto para la cría de larvas de mosquito, un fantástico
majar para los murciélagos.
Ejemplar de murciélago. |
Cuando Jaime I de Aragón sitió la ciudad de Valencia, allá por 1238, un viejo nigromante musulmán le auguró al Rey Conquistador, que mientras un murciélago pudiera sobrevolar todas las noches la ciudad de Balansiya, está se mantendría a salvo del poder de los cristianos.
Pero
sucedió algo que no esperaban ni el bando moro, ni el cristiano, y es que un
murciélago se enamoró de los colores del emblema aragonés de la tienda real.
Una
noche cuando un grupo de guerreros islámicos acudieron al campamento cristiano
de hurtadillas, el oído especial del murciélago detectó el sonido de las
pisadas de esos hombres y para mantener la presencia de esos colores que tanto
le atraían, el animalito hizo vuelos rápidos dejándose caer en picado sobre un
tambor que había entre los aperos de los hombres del campamento.
El
pequeño murciélago se dejaba caer una y otra vez fuertemente sobre el tambor,
hasta que llamó la atención de los soldados que hacían guardia esa noche,
alertados por el sonido fueron a ver que era ese constante: toc, toc, toc…
y descubrieron la presencia de los musulmanes acercándose a la tienda donde
dormía el Rey Conquistador, dando la voz de alarma y salvando, así, la vida del
monarca.
Murciélago tocando el tambor Montaje: I. Balensiya |
Don Jaime al abrir la tienda para salir al exterior a ver lo que sucedía, el murciélago se coló dentro, quedando capturado en el interior de la carpa real. Al día siguiente la ciudad de Valencia, sin su murciélago protector, cayó en manos cristianas al rendirse el soberano Zayyan Mardanish.
Consciente
del acto heroico del pequeño animalito que revoloteaba por la cubierta oro y
grana de la tienda real, el rey Jaime decidió inmortalizarlo junto a los
colores que tanto le gustaron, para que protegiera el escudo de esa nueva
ciudad, que a partir de ese día era cristiana.
Pequeño murciélago |
Esto es solo la leyenda que cuentan a los niños valencianos en el colegio, y lo que comentan a los turistas que preguntan sobre ello. La historia real de este símbolo heráldico viene de la cimera del Rey Pedro El Ceremonioso, que en su yelmo tenía representado el dragón alado de San Jordi, patrón de Aragón. Algo más verosímil en la heráldica medieval, ya que la iglesia era más afín de la historia de San Jorge matando al dragón, que el murciélago emblema de los seguidores de artes oscuras.
En
el Bestiario de Don Juan de Austria de Martín Villaverde en el año 1570
recoge lo siguiente:
«El
murciélago es ave y animal que vuela de incierta manera de naturaleza, con alas
de cuero que con unos pellejos corta el ayre y en el se sustenta. Anda entre
las aves y animales con quatro pies y pare no güevos sino hijuelos de su forma
y los cria con leche. Cerca, rodea y busca su pasto de la tarde, pasada la luz
del sol, que con el sol no ve lo a á menester. Su pluma es vello y color pardo
a manera de ratón. Chilla enhadosadamente.»
Murciélago representado en el siglo XV |
Si nos adentramos mar adentro hasta Mallorca, podemos observar al igual que Valencia, está timbrada por este peculiar animal, debido a otra leyenda también atribuida al rey Jaime I, y es que se dice que el monarca protegió a un murciélago que se encontraba dentro de la primera mezquita consagrada como iglesia en la ciudad de Mallorca, que más tarde pasaría a ser la de san Miguel. Curiosamente, a San Miguel también se le representa con un dragón.
Supuesto yelmo de Jaime I con el drac alat. |
Cimera del Rat Penat de la Real Senyera |
El famoso dragón aparecía representado en los escudos de la ciudad de Valencia y Palma de Mallorca, pues ambas estaban gobernadas por los reyes de la Corona de Aragón. Con el paso del tiempo, y las reinterpretaciones artísticas en pintura y orfebrería, este drac alat, se convirtió en un rat penat.
Cabe
decir que, en 1878, Constantí Llombart y Teodoro Llorente fundaron una
asociación para defender la cultura y la lengua valenciana, llamada Lo Rat
Penat, usando este animal como emblema. Así pues, el murciélago que
conocemos hoy en día, empezó a usarse a finales del siglo XVIII y principios
del XIX, cuando el movimiento del Nacionalismo en la política, el Romanticismo
en el arte y la Renaixença en la literatura, buscaba la idealización del
pasado, las viejas glorias, las leyendas y mitificar a los héroes del pasado.
Todo esto en un ambiente medieval. ¡Qué mejor que introducir esta leyenda del
murciélago de la mano de nuestro amado Jaime I !
Desde
entonces el murciélago aparece en todos los escudos de la ciudad y en los
documentos oficiales.
Representación de murciélago en un antiguo documento. |
Escudo de la ciudad y clubs deportivos Montaje: I. Balensiya |
También, aparece en el escudo del Real Club Náutico de Valencia, además de muchos escudos de los casales falleros de la ciudad.
Mientras en el escudo de Mallorca, el murciélago aparece representado del mismo color dorado que la corona.
Escudo de la ciudad de Palma de Mallorca |
Finalmente, cómo curiosidad, en la ciudad del amor, Teruel, había un murciélago encima de la corona que conmemoraba la participación de los habitantes en la conquista de Valencia, pero desapareció en el siglo XIX, con el movimiento romántico antes mencionado, cuando crearon la nueva versión del blasón turolense solo con el toro y la estrella, en representación de la leyenda de Diego de Mancilla e Isabel de Segura, respectivamente.
Escudo antiguo de Teruel |
Así que Callejeros, si veis volar un murciélago o se acerca a vuestras casas, alegraos al verlo porque no es más que un símbolo de buena suerte, y de valor en nuestra tierra. ¡Pero cuidado! Es mejor no tocarlos y si se cuela en casa, esperar que se marche por si solo, o espantarlo con algún trapo para que salga por alguna ventana.
Ejemplar de murciélago que se coló dentro de mi casa. Fotografía: I. Balensiya |
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