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martes, 9 de octubre de 2018

LA REAL SENYERA DE VALENCIA: su restauración y restitución (Real Senyera#5)


La antigua Real Senyera, actualmente en el Ayuntamiento de Valencia. 

CIUTAT VELLA
Sant Francesc 

En capítulos anteriores sobre la historia de cómo surgió nuestra Real Senyera, ya se habló de cómo se confeccionó, ahora es el turno de saber qué pasó con esa bandera muchos años después. 

Era el año 1925 y la Real Senyera salía de viaje a Madrid, para asistir a una gran concentración de municipios para mostrar su fidelidad al rey Alfonso XIII. Un evento organizado por el alcalde de Madrid, el conde Vallellano. 

A la llegada de la Real Senyera a Madrid, el Directorio Militar le rindió honores reales, de acuerdo a su rango. Como anécdota hay que relatar que nuestra Real Senyera viajó hacia la capital en ferrocarril, en un coche especialmente habilitado para transportarla sin inclinarla, para que viajara con dignidad. A su llegada a la estación de Atocha, fue recibida por los valencianos que residían en Madrid, contentos por tener su ilustre bandera, allí, con ellos. 

Durante la procesión fue escoltada por un grupo de militares, hasta el Palacio Municipal, donde quedó depositada y custodiada por una guardia militar. 

El 23 de enero, la Real Senyera participó en la gran manifestación en homenaje al Rey, que transcurrió desde el Parque del Retiro hasta el Palacio de Oriente, acompañada por la Banda Municipal de Valencia, interpretando piezas valencianas. 

La Real Senyera pasó por delante del balcón municipal de palacio, donde estaba el Rey acompañado de varios ministros y de los cardenales valencianos Reig y Benlloch. 

Subiendo la Real Senyera por el balcón, 
años 20. 
Al día siguiente, cuando de nuevo la Real Senyera era llevada hacia la estación de tren para volver a Valencia, la comitiva pasó por el camino por el que Alfonso XIII se dirigía a Sevilla. El vehículo se detuvo y bajando de él, el monarca,  cuadrándose, saludó a la Real Senyera de forma militar. 

Al llegar el tren a Xátiva, fue enganchado al convoy un vagón adornado con flores y banderas, siendo triunfal su entrada en Valencia. 

Llevada a la Catedral, se colocó en el presbiterio durante un Te Deum, posteriormente fue conducida de nuevo al Ayuntamiento, donde quedó depositada. 

Pero, este viaje pasó factura a nuestra bandera, pues presentaba graves signos de deterioro, por estar mal conservada. Así que el 20 de octubre de ese mismo año, el alcalde de Valencia, acordó restaurarla. 



La Real Senyera fue llevada y escoltada a la Casa de la Beneficencia, donde las religiosas de la Caridad de la Orden de San Vicente de Paúl la restauraron, gracias a la magnífica bordadora Angelita Suay que hizo  verdaderamente  una delicada labor.

La Real Senyera durante su restauración en 1925, en la Casa de la Beneficencia. 


Finalmente la bandera regresó al Ayuntamiento de Valencia y se colocó en el vitrina del Archivo Municipal de donde nunca más ha salido. 

La Real Senyera del siglo XVII Conservada en el Archivo Histórico Municipal de Valencia


Ahora, la ciudad de Valencia, necesita una nueva Real Senyera, y ésta no se hizo de esperar. Se confeccionó una nueva, igual a la anterior, que se encargó al industrial textil, Eduardo Sanchis Romero, propietario de una fábrica de tejidos de seda en la calle Quart. 


En esa fábrica había nos jardines que eran frecuentados, por el novelista Vicente Blasco Ibañez, en búsqueda de inspiración para escribir, y tal era la amistada que tenía con el dueño de la fábrica, que le hizo una peculiar petición: confeccionar una copia de la Real Senyera, con la cual ser enterrado el día en que muriera, junto a un puñado de tierra de la huerta de Alboraya. Precisamente, ese año, 1928, concretamente el 28 de enero, un día antes de su cumpleaños, Blasco Ibañez falleció en Francia, y Eduardo Sanchís viajó hasta la población de Mentón, para llevarle junto a un puñado de tierra de huerta, la réplica de la Real Senyera. 


El cuerpo del novelista valencia cubierto con su Real Senyera.
28 de enero 1928
Se cuenta que el encargado de la fábrica que fue  a recoger la Real Senyera al Ayuntamiento para llevarla a la fábrica lo hizo en tranvía, sin escolta alguna. El rumor se escampó por la ciudad y el viaje en tranvía fue "escoltado" por cientos de valencianos que acompañaron su ilustre bandera. 

El fabricante de sedas tuyo la ayuda de un maestro tintorero llamado Julio Testón, especialista en imitar los colores antiguos de los tejidos. 

Procesión de la Real Senyera en octubre de 1928.


En la restauración de 1994. 
Esta Real Senyera confeccionada en 1928 fue la restitución de la del siglo XVII, y es la que sale por las calles de nuestra ciudad en la actualidad. Su peso es de 18 kilos, 5 de ellos corresponden a la cimera de plata. El tisú es de oro fino y el mástil de madera maciza con un peso de alrededor  de 4 kilos. Tiene unas medidas de 3 metros de ancho por 1.83 de longitud. La corona real mide 44 centímetros.

Esta Real Senyera fue posteriormente restaurada en 1959, 1994 y en 2008 coincidiendo con el Año Jaime I, donde se invirtieron 9.000 euros para la restauración del tejido e hilos de oro y 16.000 más para la limpieza y recuperación del mástil y metales, durante tres delicados meses de trabajo.  

La antigua alcaldesa de Valencia, Rita Barberá,
 posando con la Real Senyera tras su restauración en 2008.
 


(Continuará...)



lunes, 9 de octubre de 2017

El Centenar de la Ploma, la escolta militar de la Real Señera. (Real Senyera#4)

Estatua de un ballestero de la Ploma

CIUTAT VELLA
Sant Francesc


Callejero, hoy, mientras recorres las calles de Valencia, quizás portando contigo una señera que con gran cuidado no querrás soltar en todo el día, pasarás por la Calle de las Barcas. Te ruego que si pasas por ahí, te detengas un instante en el número 15, frente a la fachada del Teatro Principal.

La razón es que hace muchos siglos atrás ahí, en el solar donde se levanta el teatro, existía un lugar donde habitaban los custodios de la Real Senyera. Ahí en ese lugar se halla la Casa de los Ballesteros, más conocido por nosotros con el nombre de El Centenar de Ploma.

¿Pero qué era está institución?

Antes de explicar esto, hay que recordar que nuestra insigne Señera, tiene el rango de real, es decir que tiene el mismo estatus de un rey, en reconocimiento a la resistencia puesta por Valencia a Pedro El Cruel de Castilla, durante la Guerra de los Pedros (1356-1365), concediendo al Reino de Valencia el derecho de usar sobre sus armas la corona real.

Con una bandera con rango de realeza, debía de tener una escolta digna de un rey, por eso unos años antes, el 3 de  junio de 1365, se creó una institución militar formada por 100 ballesteros, llamada El Centenar de la Ploma, con la misión de proteger y escoltar la Real Senyera en todas sus salidas, ya fuera en tiempo de guerra o paz, para su salvaguarda y defensa. 

Esto se sabe por el documento más antiguo que se conoce sobre la Companyia del Centenar de la Ploma, es el Real Privilegio otorgado por el rey don Pedro el 3 de junio de 1365, en el sitio de Murviedro, relativo a la manera de elegir los componentes de la Compañía. Por otro lado está el Privilegio concedido en Monzón, el 23 de julio de 1376, Pedro II de Valencia y IV de Aragón, determinan el carácter y función de la Compañía, es decir que cuando la  la Bandera salga del cuartel, vaya escoltada por los 100 caballeros armados, que paga la Ciudad. 

Esta nueva compañía iría a reforzar a los originales Ballesteros de la Ploma. La diferencia está en que en la primera compañía todos eran artesanos y en la segunda podían ser sus integrantes nobles o plebeyos. La ciudad aprobó las ordenaciones de los 100 jinetes en 1391. 

Unos años después se descubrió que  la Companya del Centenar de Ploma, era más antigua de lo que se pensaba. En el año 1604 durante una reunión de las Cortes Valencianas  presidida por el rey Felipe III, y en las celebradas en Monzón presidiadas por Felipe IV en el año 1626, se dieron cuenta de  “la Companyia del Centenar de la Ploma fue instituida por la Magestad del Senyor rey en Jaume lo Conqueridor”.

¿Pero porque de la Ploma ?

El nombre procede de la pluma (ploma en valenciano) que el centenar de soldados llevan como adorno sobre los yelmos que cubrían sus cabezas.  “Lo más distintivo de su indumentaria constituía además, en una sobrevesta blanca de lienzo con la cruz roja de San Jorge, una sobre el pecho  y otra a la espalda. Su lema era: In te Domine, speravi, non confundar."

La compañía tenía el campo de instrucción o de maniobras en las afueras de la Ciudad. En tiempos de paz organizaba torneos y competiciones, donde los trofeos eran copas o cucharillas de plata. Constantí Llombart escribió una pieza teatral “La copa d´arget”, donde se hace eco a estas competiciones. Al frente de la milicia estaba el capitán, cargo que ostentaba la Justicia Criminal de Valencia por delegación del Consell de la Ciutat, a quien correspondía la responsabilidad de la dirección y mando de la fuerza. Este estaba apoyado por los oficiales y los “caps de dehena”, cada uno de estos últimos mandaban directamente sobre diez hombres.

La Compañía del Centenar de la Ploma, como toda institución medieval, sociedad teocéntrica, estaba imbuida de un profundo espíritu religioso. Los ballesteros formaban una asociación religiosa o cofradía bajo la protección de San Jorge, la cual fue establecida, por el antes comentado, Privilegio del rey Pedro II de Valencia y IV de Aragón, fechado en Valencia el 10 de julio de 1371. Los Estatutos de la Cofradía fueron confirmados posteriormente por Juan II en 1393 y por Fernando II en 1479. La Cofradía tenía cerca de su casa la Iglesia de San Jorge, consagrada a la Virgen de las Victorias, donde celebraban su culto los miembros de la Orden de San Jorge de Alfageme, que luego se uniría y fusionaría con la Orden de Montesa.

Desapareció la Compañía del Centenar de la Ploma con el advenimiento al trono de Felipe V, después de la batalla de Almansa, que supuso para el Reino de Valencia perder sus fueros, instituciones y otras singularidades. Fue una forma de vengarse por el apoyo que en el Reino de Valencia tenía al arquiduque Carlos. Siendo este el fín del Centenar de la Ploma.  


Esta ha sido la historia de la custodia de la Señera, donde muchos hombres ofrecieron su lealtad y coraje por defender la Senyera, que hoy 9 de Octubre honramos orgullosos.

domingo, 9 de octubre de 2016

LA REAL SENYERA DE VALENCIA: Cortando y cosiendo la real bandera. (La Real Senyera#3)


 La Real Senyera en proceso de recosido.

CIUTAT VELLA
Sant Francesc 

En 1545 se vio la necesidad de hacer una nueva bandera. Llevaba un buen ajetreo. Aparte las solemnidades que  tenía que presidir, tenía el desgaste de su salida a los campos de batalla.
Numerosos artesanos intervenían en sus restauraciones o confección “ex nuovo”. Era un trabajo delicado, que solo podían hacer los grandes maestros. Se tenía que bordar con hilos de plata y oro.
Gracias a la documentación  que se conserva del Maestre Racional, se sabe cuántos artesanos intervenían en la confección de las Senyeras y cuanto costaban.

Es esta ocasión al platero Johan Ferris se le buscó para que hiciera el Rat Penat que iba en lo alto del astea de la Bandera. Este fue ayudado por otro platero y un “passamaner” que hizo los flecos y adornos que colgaban del yelmo.

En documentos contables del Racional se lee que se compró un palm de setí blau pera davall del elm del rat penat. En total, lo adquirido fue:  nou onzes y mija que ha entrar en lo brodar de la dita bandera… tres quarts de argete pera brodar la perleria…set onzes y mija de seda groga y blava… sis sous de setí y tafatá pera fer la pedrería… per a forrar launa dos alnes…quatorce lliures…per a tallar y cosir cita bandera…y brodar la corona de dita bandera.
También era azul el forro del asta que servía para unir la bandera a esa. En la documentación aparece el pago que se hace para comprar dos alnes de tela gostança blava pero obs de forrar la bayna de la dita vadera. Y refleja una partida en la que se asigna dos lliures deu sous per tella d´or ample pera la corona de la dita bandera. 


La Real Senyera del siglo XVI
Conservada en el Archivo Histórico Municipal de Valencia

Es rica la documentación de las partidas contables de Racional de Valencia, se distingue en el bordado la corona la pedrería de la perleria y hasta el tejido empleado en la Bandera.
Así tenemos que en la Senyera de 1545 se largó más la parte azul de la Bandera donde iba la corona.
Esta nueva Senyera duró medio siglo, y quedó afectada por un incendio que ocurrió en la Casa de la Ciutat en 1586, quedando dañado el Rat Penat, que sería restaurado en 1596.

Detalle de la Bandera sobre Valencia,
en un portulano  de la época. 
De esta Real Senyera hay testimonio gráfico importante en un portulano, una carta de navegación, del siglo XVI del cartógrafo Bartolomé Olives, de la escuela mallorquina, quien en el pergamino situó sobre el Reino de Valencia la Real Senyera. 


La actual Senyera que sale en la procesión del 9 de Octubre y en 
el Corpus Christi, data de 1928, cuando debido al mal estado en que se encontraba la anterior del siglo XVI, se procedió a la fabricación de una nueva Senyera en la Fábrica de tejidos de seda de Eduardo Sanchís Romero en la calle Quart de Valencia. La cual tiene dos hermanas gemelas, una fue llevada a Francia para ser depositada en el féretro de Vicente Blasco Ibáñez y la otra se encuentra desde 1969 en el Colegio del Arte Mayor de la Seda.

Su peso es de 18 kilos, cinco de ellos corresponde a la cimera. 
El mástil tiene una altura de 3.30 metros de altura, y la bandera mide 2.50 metros x 1.55. En el año 2008, coincidiendo con el Año Jaime I se restauró y también limpió la cimera para devolverle el color y brillo original.

 (Continuará)



LA REAL SENYERA DE VALENCIA: los colores heráldicos. (La Real Senyera#2)

<< Quatre barres d´or i sang formen la meua Senyera.
El blau del cel l´acompanya
quan orgullosa s´acosta a la batalla.  >>


CIUTAT VELLA
Sant Francesc

El origen de las barras de Aragón no está en la fantástica leyenda contada a entorno de Wilfredo el velloso, donde antes de morir y con los dedos manchados en su propia sangre tocó su escudo quedando pintadas las cuatro barras, que luego dirían que eran la enseña de Aragón. 



Pintura temática de la leyenda de las cuatro barras.

Sino en los colores heráldicos del Vaticano, ya que hasta el siglo XIX el gonfalone de la Iglesia esta formado por los colores rojo y amarillo, y la Corona de Aragón que tenía buenas relaciones con el papado, utilizó las barras de oro y púrpura, el águila y la mitra como símbolos heráldicos, los cuales fueron relegados a partir del Concilio de Trento y sustituidos por las llaves de Pedro y la tiara pontificia. 

Guardia suizo del Vaticano
Los reyes de Aragón tenían el título de abanderados del Papa y así entraron los colores rojo y amarillo en la heráldica de la Corona de Aragón.
Más tarde la heráldica vaticana introdujo un nuevo color en su heráldica, el azul, entre los colores rojo y amarillo, color que llevaron hasta en sus trajes los guardias suizos del Vaticano. No descartan los historiadores lo del azul fuera por influencia de la Corona de Aragón, con la que tenían muy buena relación.

Los colores fueron estos hasta el siglo XIX cuando cambiaron el fuerte color rojo, por el blanco para diferenciarse de cualquier otra bandera del mundo. 


Quizás el motivo en el que nuestros antepasados eligieran el color azul, para nuestra bandera, no era solo por ser otro color vaticano, sino que eral el que mayor armonía le encontraban con el oro de la corona, la cual se bordaba y era costosa de hacer tal filigrana de forma artesanal. Por lo tanto es de entender que utilizaran la franja azul para salvaguardar la labor, ya que así cuando se estropeaba la parte contraria al asta, se cambiaba por un nuevo tejido, sin tocar la parte de la corona, que sería sustituido cuando sufriera una gran deterioro. 

Restauración de la Real Senyera en 2008
Afortunadamente hay tanta documentación y tan detallada, que se defiende con facilidad la presencia del azul desde hace muchos siglos en la Senyera de Valencia. Un azul que ha sido negado , vejado y denostado reiteradamente por los catalanes, que se han empeñado a negar esta realidad histórica, y decir que el azul fue un añadido puesto en la Senyera en la época del general Franco.

LA REAL SENYERA DE VALENCIA: la historia de su realeza.(La Real Senyera#1)



La antigua y bella Senyera de Valencia

CIUTAT VELLA
Sant Francesc

Según dice el artículo 4 de nuestro Estatuto de Autonomía, la Senyera tradicional de la Comunidad Valenciana está compuesta por cuatro barras rojas, sobre fondo amarillo, coronada por una franja azul en el lado del asta.

Pero lo que no cuenta, es que la bandera valenciana que hoy inunda nuestras calles, es la única bandera en el mundo, con rango de Real, rindiéndole honores militares de 21 salvas de cañonazos como a cualquier monarca. 

Estatua al Centenar de la Ploma
representa a un ballestero defendiendo 
la Real Senyera.
Esto se debe a que el rey de Valencia Pedro II El Ceremonioso (*), le concedió en 1377 la consideración de Real, es decir que le dio a la bandera el mismo estatus de un rey,en reconocimiento por la resistencia puesta por Valencia a Pedro el Cruel de Castilla durante la Guerra de los Pedros (1356-1365), concediendo al Reino de Valencia el derecho de usar sobre sus armas la corona real.  
Pero ese no fue el único privilegió que le concedió a la bandera, sino que unos años antes  el 3 de junio de 1365, creó una institución militar formada por 100 ballesteros, llamada El Centenar de la Ploma, con la misión de proteger y escoltar la Real Senyera en todas sus salidas, ya fuera en tiempo de guerra o paz, para su salvaguarda o defensa.

Por este motivo, de la misma forma que un rey no inclina la cabeza para saludar a otro rey, tampoco lo hace la Real Señera. Así y todo, aquellos reyes que son católicos sí inclinan la cabeza para saludar a Dios ( representado en el sagrario en la Iglesia), la Real Señera en caso de encontrarse delante de Dios tendría que inclinarse de la misma forma que lo haría cualquier rey católico.


Momento que  que bajan la
Real Senyera por el balcón. 
A consecuencia de este rango de realeza, y al no caber por las puertas del Ayuntamiento sino se inclina, tiene que ser bajada mediante cuerdas desde el balcón del Ayuntamiento de Valencia cada 9 de octubre – Día Nacional de los valencianos – bajando con solemnidad y de manera totalmente vertical, mientras suena el Himno Nacional y son disparas veintiún salvas de honor. Momento en que los  valencianos nos tenemos que sentir orgullosos de que nuestra bandera sea la única del mundo con el rango de realeza. Y además la franja azul de nuestra gloriosa bandera destaca una corona, la cual nos recuerda a los valencianos que fuimos, somos y seremos un gran reino.

Esta es la historia de la realeza de la Señera, junto a la valentía y lealtades de patriotismo de todos los valencianos que orgullosos conmemoramos el 9 de Octubre . 

(*) Pedro IV de Aragón, llamado El Ceremonioso o el del Punyalet (por el puñal que solía llevar) II de Valencia y de Ampurias, I de Mallorca y Cerdeña y III de Barcelona.